viernes, 8 de marzo de 2013

Condenados a decrecer

Está en catalán pero se entiende perfectamente:

Antonio Turiel: Condemnats a decréixer. És físic, matemàtic i investigador de l'Institut de Ciències del Mar del CSIC. Antonio Turiel ens diu que no podrem continuar creixent com fins ara perquè no tindrem recursos. La crisi no acabarà si no canviem el nostre model financer i productiu. Hem arribat a la fi del creixement.

Les perspectives de futur són que la producció de petroli dels camps existents davallarà un 40 % d'aquí al 2020 i serà gairebé impossible compensar aquesta davallada, sobretot perquè es calcula que cap al 2018 la Xina i l'Índia absorbiran tota la producció de petroli si continuen el seu patró de consum actual.


  

martes, 13 de noviembre de 2012

Efecto Marco


El efecto marco es una cosa terrible, pero explica en parte el inmovilismo de nuestra sociedad. Hago copy paste:

Hubo un experimento famoso y terrible, que se realizó en los inicios de la década de 1960, promovido por el psicólogo Stanley Milgram (1933-1984), de la Universidad de Yale, para investigar los mecanismos de la obediencia. Los resultados fueron irrebatibles: «La psicología social de este siglo revela una gran lección: lo que determina cómo actúa una persona a menudo no depende tanto del tipo de persona que se es como del tipo de situación en la que se encuentra», concluyó Stanley Milgram.
            No se prestó a las conclusiones del estudio toda la atención y el valor que merecían cuando se realizó. No obstante, ha quedado en los anales de la investigación como uno de los experimentos más esclarecedores del comportamiento humano. Participaron nada menos que cuarenta estudiantes dirigidos por unos jefes de sala que presidían la transmisión de corrientes eléctricas con fases distintas y voltajes crecientes desde treinta hasta cuatrocientos cincuenta voltios a unos actores, que simulaban sufrirlas en su cuerpo en una habitación contigua.
            Si una persona en posición de autoridad le ordenase que administrase a otra persona una descarga eléctrica de cuatrocientos voltios, ¿le obedecería? La mayoría de la gente respondería a esta pregunta con un no categórico. Sin embargo, el experimento de Milgram ofreció una visión espeluznante e impactante de la autoridad y la obediencia.
            Los experimentos empezaron en julio de 1961, cuando en Jerusalén se estaba juzgando al criminal nazi Adolf Eichmann. El argumento de la defensa —que Eichmann no hizo más que obedecer a sus superiores cuando ordenó la muerte de millones de judíos— despertó el interés de Milgram. En su libro Obediencia a la autoridad, publicado en 1974, Milgram se preguntaba si era posible que Eichmann y los millones de alemanes que fueron cómplices del nazismo debían ser considerados realmente cómplices o quizá sólo obedecían órdenes.
            El voltaje de las descargas eléctricas que cada participante estaba dispuesto a aplicar fue el dato que se usó para medir el grado de obediencia. Milgram preguntó a un grupo de estudiantes de su universidad hasta dónde creían que estaban dispuestos a llegar la mayor parte de los participantes en el experimento. La respuesta fue que sería menos del 3 por ciento el que aplicase las descargas eléctricas de intensidad máxima. En realidad, lo hizo el 65 por ciento.
            Las condiciones académicas del estudio habían sido impecables y el único simulacro o imitación de algo parecido, con un despliegue de medios incluso mayor, se efectuó varias décadas después con resultados muy parecidos. Se trataba de una prueba efectuada en varios países con escenarios idénticos a los reality shows tipo «Gran Hermano». De nuevo —aunque aquí las exigencias académicas no se habían observado con la misma pulcritud—, el resultado apuntaba al poder omnipotente de la obediencia al entorno, al decidir la conducta de las personas; gente normal podía volverse perversa e incluso criminal.
            En una conversación mantenida con Gerd Gigerenzer en Madrid en el año 2008, él trajo a colación un caso parecido: el ejemplo de un batallón de reserva de la policía alemana, el batallón 101, destinado en Polonia durante la segunda guerra mundial, que recibió un encargo terrible: asesinar a determinadas personas. Pero el capitán, a diferencia de lo que sucedió en el experimento de Milgram, fue amable y permitió que los soldados evitaran voluntariamente esta situación insostenible rompiendo filas. Lo increíble, lo sorprendente, es que casi ninguno aprovechara la oportunidad infringiendo, por una vez, las reglas como se les permitía:
            «No quisieron romper filas», añadió Gigerenzer.
            Es tremendamente importante entender que las personas hacen cosas terribles no siempre porque sean malas, sino porque no quieren romper las reglas. En el caso del batallón destinado en Polonia no se trataba de soldados, sino de policías, seguramente poco receptivos a la propaganda habitual. Apenas tuvieron unos segundos para decidir si querían apartarse del resto o no. A pesar del permiso implícito y declarado del comandante: «Puedo entender que algunos de vosotros no queráis hacerlo. Aquellos de vosotros que no estéis dispuestos a seguir las órdenes, dad un paso al frente y os buscaremos otra tarea», solamente una docena de los quinientos dieron un paso al frente. ¿Cómo se explica esto?
            Una de las razones —se trata de un acontecimiento muy estudiado— es que los soldados se rigen por un principio intuitivo que dice: «No dejes atrás a los tuyos, no rompas filas». El comandante había formulado la pregunta de tal modo que tuvieron que escoger o bien quedarse firmes o romper filas y seguir sus otros principios morales, como el de no matar a personas inocentes. Si el comandante lo hubiera expresado al revés, si hubiera dicho: «Los que queráis hacerlo, los que queráis matar, por favor, dad un paso al frente», este conflicto no habría estallado con la misma virulencia. Con toda seguridad, muchos menos habrían dado un paso al frente. Desde entonces, se han efectuado docenas de experimentos en laboratorios por todo el mundo comprobando lo que se llama «el efecto marco».
            Con el efecto marco, lo que se demuestra es que la fórmula utilizada para la petición o el permiso tiene una importancia fundamental. Como ocurría con la luz en el ejemplo anterior de las figuras cóncavas o convexas, aquí la manera formal de hacer la pregunta es también determinante. Un anuncio publicitario en el que se declara que sólo en un 10 por ciento de los casos el fármaco expuesto tiene efectos secundarios, tardará más en venderse que el del mismo fármaco anunciando que en un 90 por ciento de los casos no produce ningún efecto secundario.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Buenos tiempos

Hoy hay dos cosas que me han llamado la atención y he decidido dejar un rastro en la bitácora. La primera es esta frase:

Homo sum, humani nihil a me alienum puto, que significa:

"Hombre soy; nada humano me es ajeno".

Esta hermosa frase (Wikipedia) fue escrita por Publio Terencio Africano en su comedia Heauton Timoroumenos (El enemigo de sí mismo), del año 165 a.C., donde es pronunciada por el personaje Cremes para justificar su intromisión.

La segunda frase es de este tema de los Deltonos:

"Y no será que lo que echas de menos no volverá, son los buenos tiempos".



A pesar de que hombre soy, dentro de unos años, cuando mire atrás y tiente el saco de la vida, recordaré que fueron buenos tiempos.

lunes, 23 de julio de 2012

Fitter, happier, more productive

Este tema siempre me ha producido mucha inquietud.











Fitter, happier, more productive,
Comfortable,
Not drinking too much,
Regular exercise at the gym
(Three days a week),
Getting on better with your associate employee contemporaries,
At ease,
Eating well
(No more microwave dinners and saturated fats),
A patient better driver,
A safer car
(Baby smiling in back seat),
Sleeping well
(No bad dreams),
No paranoia,
Careful to all animals
(Never washing spiders down the plughole),
Keep in contact with old friends
(Enjoy a drink now and then),
Will frequently check credit at (moral) bank (hole in the wall),
Favors for favors,
Fond but not in love,
Charity standing orders,
On Sundays ring road supermarket
(No killing moths or putting boiling water on the ants),
Car wash
(Also on Sundays),
No longer afraid of the dark or midday shadows
Nothing so ridiculously teenage and desperate,
Nothing so childish, at a better pace,
Slower and more calculated,
No chance of escape,
Now self-employed,
Concerned (but powerless),
An empowered and informed member of society
(Pragmatism not idealism),
Will not cry in public,
Less chance of illness,
Tires that grip in the wet
(Shot of baby strapped in back seat),
A good memory,
Still cries at a good film,
Still kisses with saliva,
No longer empty and frantic like a cat tied to a stick,
That's driven into frozen winter shit
(The ability to laugh at weakness),
Calm,
Fitter,
Healthier and more productive
 A pig in a cage on antibiotics
.

sábado, 30 de junio de 2012

Entrevista a El Gran Wyoming

Estupenda esta entrevista de Wyoming. No perdérsela tampoco.

jueves, 28 de junio de 2012

El Gran Wyoming en Alcalá de Henares 22/06/2012

Estupenda esta arenga de Wyoming. Para no perdérsela.

sábado, 16 de junio de 2012

NY isométrico

Una instantánea un tanto típica de hace un tiempo...


Estoy como en la viñeta de Forges. El doctor examina el cerebro del paciente y le dice: "quédese tranquilo, no tiene usted ahí nada, pero nada de nada..."

miércoles, 16 de mayo de 2012

Publicidad encubierta

Como TVE no puede hacer publicidad, recurren a artimañas para saltarse la legalidad. Comparen el logo del nuevo programa:


Con el logo de la marca:

Se nota la similitud?

jueves, 29 de marzo de 2012

domingo, 25 de marzo de 2012

Los Deltonos en Liérganes 2007


El cabreo constante que me empuja a seguir

me mantiene encendido, pero acaba quemando.

Lo que creo que es justo y lo que queda al final...

no hay ningún parecido. Necesito pensar...